Baruc: El discípulo de Jeremías y la profecía que no calló en Babilonia

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“El libro de Baruc es una liturgia del retorno, una confesión que convierte la memoria del pecado en esperanza de redención.”
— Claude Tresmontant, filósofo y hebraísta francés

ESTUDIO COMPLETO DEL LIBRO DE BARUC (Incluyendo la Epístola de Jeremías)

1. Contexto general y autoría

El Libro de Baruc pertenece al grupo de los libros deuterocanónicos del Antiguo Testamento. Está incluido en las Biblias católicas y ortodoxas, pero no en el canon hebreo ni en la mayoría de las Biblias protestantes.
Su nombre proviene de Baruc, hijo de Nerías, secretario y discípulo del profeta Jeremías (cf. Jeremías 36:4). Según la tradición, Baruc habría redactado y recopilado este texto en el exilio de Babilonia, poco después de la caída de Jerusalén en el año 586 a.C.

No obstante, los estudios críticos indican que la obra fue compuesta siglos después, probablemente entre los siglos II y I a.C., durante el período helenístico, por autores judíos que escribieron en hebreo y luego fue traducida al griego para su inclusión en la Septuaginta (LXX).


2. Estructura del libro

El libro de Baruc tiene cinco capítulos en su forma original y un sexto capítulo que corresponde a la Epístola de Jeremías.
Su estructura literaria es una antología teológica de textos poéticos, confesionales y sapienciales:

CapítuloContenido principalGénero literario
1:1–14Introducción histórica: Baruc lee la carta en BabiloniaNarrativo
1:15–3:8Confesión nacional y súplica de perdónOración penitencial
3:9–4:4Himno a la Sabiduría divinaPoético-sapiencial
4:5–5:9Consuelo y esperanza para JerusalénPoético-profético
6:1–73Epístola de Jeremías: condena de la idolatríaCarta didáctica

3. Tema central y mensaje teológico

El tema principal es la expiación y restauración del pueblo de Israel tras el castigo del exilio. Se articula en torno a tres ideas clave:

a) El pecado y la desobediencia

Israel reconoce que su sufrimiento es consecuencia de haber desobedecido la Ley y abandonado la sabiduría divina.

“Pecamos contra el Señor, nuestro Dios, y no escuchamos su voz” (Baruc 1:17).

b) La misericordia y fidelidad de Dios

A pesar de la infidelidad humana, Dios sigue siendo fiel a su alianza. Su justicia es inseparable de su misericordia.

“Porque tú eres el Señor nuestro Dios, y nosotros te alabaremos, Señor, nuestro Salvador” (Baruc 3:7).

c) La sabiduría como camino de salvación

La sabiduría es presentada como la manifestación de la Ley divina, vinculando la salvación al retorno a la Torá.

“Esta es la sabiduría y la ley que existe para siempre: todos los que la guardan vivirán” (Baruc 4:1).


4. Contenido temático y análisis por secciones

I. Introducción histórica (1:1–14)

El libro se abre con una nota histórica ambientada en Babilonia. Los exiliados recogen ofrendas y envían una carta a Jerusalén para interceder y pedir oración. Esta introducción busca dar autoridad profética y continuidad con Jeremías.

II. Confesión y súplica nacional (1:15–3:8)

Es un largo texto penitencial similar a Daniel 9. Reconoce la culpa colectiva del pueblo y su necesidad de redención. Destaca el arrepentimiento sincero y la justicia de Dios que castiga, pero también perdona.
Esta sección refleja la espiritualidad del judaísmo pos-exílico, marcada por la oración y la reinterpretación teológica del sufrimiento.

III. Himno a la Sabiduría (3:9–4:4)

Una de las secciones más bellas y teológicamente profundas. La Sabiduría se identifica con la Ley (Torá) y con la revelación divina. Se establece un puente entre la sabiduría cósmica y la alianza mosaica.
Este pasaje influirá más tarde en los escritos sapienciales y en la teología cristiana del Logos (Sabiduría encarnada en Cristo).

IV. Cántico de consuelo a Jerusalén (4:5–5:9)

Jerusalén, representada como una madre doliente, recibe consuelo y esperanza. Dios promete el retorno de los hijos exiliados y la restauración gloriosa de Sión.
El tono es profético y mesiánico: se anuncia una futura redención universal.

“Levántate, Jerusalén, y mira hacia oriente: mira a tus hijos reunidos desde el poniente hasta el oriente por la palabra del Santo” (Baruc 5:5).


5. La Epístola de Jeremías (Capítulo 6)

a) Introducción y naturaleza del texto

La Epístola de Jeremías se presenta como una carta del profeta Jeremías dirigida a los judíos llevados a Babilonia, advirtiéndoles sobre la idolatría. En la tradición cristiana, se incluye como capítulo 6 del libro de Baruc.

b) Contenido

El texto es una sátira contra los ídolos: describe detalladamente las imágenes de oro, plata y madera adoradas por los babilonios, destacando su impotencia y su carácter humano.

Estructura temática:

  1. Advertencia inicial: los ídolos no pueden salvar a nadie (6:1–6).
  2. Descripción de los dioses falsos: obras humanas adornadas, pero sin vida (6:7–29).
  3. Contraste entre Dios vivo y los ídolos muertos (6:30–59).
  4. Conclusión: “No les temáis, porque no son dioses” (6:60–73).

Este texto es un poderoso tratado teológico monoteísta. Refleja la polémica profética clásica contra la idolatría (Isaías 44, Salmo 115) y anticipa el racionalismo teológico del judaísmo posterior.


6. Lengua, estilo y fuentes

El libro fue compuesto originalmente en hebreo o arameo, aunque el texto conservado procede de la versión griega.
Combina géneros:

  • Oración penitencial y litúrgica
  • Poemas sapienciales
  • Oráculos proféticos
  • Carta didáctica (Epístola de Jeremías)

Su lenguaje está impregnado de ecos de Jeremías, Daniel, Isaías y los Salmos, lo cual refuerza su sentido de continuidad profética.


7. Influencia e interpretación posterior

En el judaísmo

Aunque no forma parte del canon hebreo, el pensamiento de Baruc influye en el judaísmo helenístico y en la literatura apocalíptica. La figura de Baruc reaparece en otros textos como el 2 Baruc (Apocalipsis de Baruc), de carácter apocalíptico.

En el cristianismo

Baruc fue muy estimado por los Padres de la Iglesia (Orígenes, Jerónimo, Agustín). Se lo cita como parte de la Escritura inspirada en los concilios de Cartago (397) y Trento (1546).
En la liturgia católica, fragmentos de Baruc se leen en Adviento y en la Vigilia Pascual, por su tono de esperanza mesiánica.


8. Mensaje espiritual y teológico

  1. Conversión y fidelidad: Dios siempre ofrece perdón a un pueblo arrepentido.
  2. Sabiduría divina: La Ley no es mera norma, sino fuente de vida y sabiduría eterna.
  3. Esperanza escatológica: Jerusalén será restaurada y glorificada, anuncio que el cristianismo verá cumplido en Cristo y en la Iglesia.
  4. Monoteísmo ético: La Epístola de Jeremías resalta la inutilidad del culto a ídolos frente al Dios vivo.

9. Valor literario y teológico

El Libro de Baruc es una síntesis entre profecía, sabiduría y liturgia. Su belleza poética y profundidad doctrinal lo convierten en una joya de la literatura bíblica intertestamentaria.
Es, además, un puente entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, entre el castigo del exilio y la esperanza mesiánica.


10. Conclusión

El Libro de Baruc, con la Epístola de Jeremías, representa una voz de fe en medio del exilio, una oración por la restauración nacional y una afirmación del monoteísmo frente a la idolatría del mundo antiguo.
Es un llamado eterno a reconocer que la verdadera sabiduría y libertad provienen de Dios y de su Palabra.

Abel
Abelhttps://lamishna.com
Abel Flores es un periodista e investigador especializado -por más de 20 años- en la intersección entre la historia sagrada y los misterios metafísicos. Su trabajo profundiza en la Mishná, la Biblia y la Kabalá, explorando los códigos, contextos y dimensiones ocultas que conectan la tradición bíblica y rabínica con la evolución espiritual y filosófica del mundo. Combina rigor académico con una mirada crítica y analítica, revelando los vínculos entre teología, religión, poder y conocimiento ancestral.
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