Evangelio según Mateo: origen, teología y el debate del “Mateo hebreo”
El Evangelio según Mateo ocupa un lugar singular en el Nuevo Testamento por su profunda raigambre judía y su decisiva reinterpretación cristológica de las Escrituras de Israel. Como señaló Raymond E. Brown, Mateo no “inventa” a Jesús: lo interpreta a la luz de la Biblia hebrea, convirtiendo su evangelio en un espacio donde judaísmo y cristianismo comienzan simultáneamente a reconocerse y a diferenciarse.
En la misma línea, John P. Meier definió a Mateo como el texto del “judeocristiano maduro”: fiel a la Torá y convencido de que en Jesús se cumplen las promesas proféticas. Esta tensión fecunda atraviesa todo el evangelio.
Qué es el Evangelio según Mateo
Idioma, fecha, autoría y público
El consenso académico sostiene que el texto canónico de Mateo fue compuesto en griego koiné, no traducido de un original hebreo o arameo. La fecha más aceptada se sitúa después del año 70 d. C., con una horquilla aproximada entre 80 y 95 d. C. El evangelio es anónimo desde el punto de vista crítico: el título “según Mateo” pertenece a la tradición antigua. La mayoría de especialistas lo atribuye a un cristiano de trasfondo judío, que escribe para una comunidad judeocristiana de lengua griega, probablemente en Siria o Antioquía.
Fuentes y relación sinóptica
Predomina la prioridad de Marcos: Mateo utiliza y amplía ese evangelio, incorpora material propio (“M”) y, según la hipótesis clásica, una colección de dichos conocida como fuente Q. Esta combinación explica tanto las coincidencias como las divergencias con Marcos y Lucas.
Estructura y rasgos literarios
Mateo organiza su obra alternando cinco grandes discursos con secciones narrativas, cada uno cerrado por la fórmula “cuando Jesús terminó…”. Los discursos son:
- Sermón del Monte (5–7);
- Discurso misionero (10);
- Parábolas del Reino (13);
- Discurso comunitario o eclesial (18);
- Discurso escatológico (23–25).
El evangelio enfatiza de modo constante que Jesús “cumple” las Escrituras, mediante fórmulas explícitas de cumplimiento profético.
Eclesiología y final
Mateo es el único evangelio que utiliza el término ekklesía (16:18; 18:17) y desarrolla temas de autoridad, como las llaves del Reino y el atar y desatar. El relato culmina con la Gran Comisión (28:16–20), que universaliza la misión y subraya el carácter catequético y comunitario del cristianismo naciente.
Mateo y las Escrituras de Israel
En sus citas de cumplimiento, Mateo recurre con frecuencia a la Septuaginta (LXX), como en Isaías 7:14 (“parthenos”) citado en Mateo 1:23, aunque algunos pasajes muestran afinidad con el texto hebreo. El rasgo dominante es un método midráshico-cumplimental, que relee la Biblia de Israel desde la convicción mesiánica.
Como expresó Amy-Jill Levine, leer Mateo es escuchar una conversación interna del judaísmo del Segundo Templo: intensa, familiar y, a veces, tensa.
¿Existió un “evangelio hebreo de Mateo”?
Aquí conviene distinguir con precisión tres realidades distintas:
A. El testimonio de Papías
Papías, citado por Eusebio de Cesarea, afirmó que Mateo compiló los logia “en lengua hebrea”. La afirmación es antigua pero ambigua: puede referirse a una colección de dichos previa, no al evangelio canónico completo. No prueba que nuestro Mateo griego sea traducción de un original hebreo.
B. El Evangelio según los Hebreos
Se trata de un evangelio judeocristiano hoy perdido, conocido solo por fragmentos citados por autores antiguos. No es idéntico al Mateo canónico y probablemente data del siglo II.
C. Los “Mateos hebreos” medievales
Las versiones hebreas asociadas a Shem Tov, Du Tillet y Münster son, según el consenso crítico, traducciones medievales del Mateo griego, usadas en contextos polémicos judío-cristianos. Aunque George Howard destacó su interés histórico, la mayoría de especialistas considera que no preservan un original hebreo del siglo I.
Núcleos teológicos de Mateo
- Jesús como Mesías davídico e Hijo de Dios.
- Reino de los Cielos, expresión característica de Mateo.
- Ética del discipulado, centrada en el Sermón del Monte.
- Iglesia y autoridad, con especial atención a la comunidad y el perdón.
- Escatología, desarrollada en el discurso del Monte de los Olivos.
Ulrich Luz resumió este perfil afirmando que Mateo escribe como un escriba del Reino, capaz de unir tradición e innovación.
Conclusión académica
El dictamen mayoritario es claro: el Evangelio según Mateo, tal como lo conocemos en el canon cristiano, fue escrito en griego a fines del siglo I. No se conserva ningún evangelio hebreo auténtico de Mateo del siglo I. Lo que sí existe es:
a) un testimonio antiguo sobre logia en hebreo o arameo;
b) un evangelio judeocristiano perdido distinto de Mateo;
c) traducciones medievales hebreas del texto canónico.
Como sintetizó Géza Vermes, Mateo es quizás el evangelista más judío y, por ello mismo, uno de los más decisivos para comprender el surgimiento del cristianismo.
