“Investigar no es repetir lo que se dice, sino descubrir lo que se oculta”
La labor de Abel Flores —periodista con experiencia en prensa escrita, televisión, medios digitales y redes sociales— se enmarca dentro de una concepción clásica y rigurosa del periodismo: el oficio como búsqueda de la verdad mediante la investigación sistemática. En tiempos de desinformación, el periodismo investigativo no solo informa, sino que construye conocimiento público, sustentado en hechos comprobables, fuentes verificadas y métodos de análisis que integran diversas disciplinas.
Flores entiende el periodismo no como simple comunicación, sino como investigación aplicada al interés público, donde cada dato debe ser contrastado, cada fuente corroborada y cada conclusión sostenida con evidencia verificable.
La esencia del periodismo investigativo
El periodismo investigativo, tal como lo concibe Abel Flores, no se limita a reportar lo evidente, sino que busca revelar lo que está oculto o mal interpretado. Su objetivo principal es descubrir, explicar y contextualizar fenómenos sociales, económicos o políticos que afectan a la sociedad.
Para ello, se basa en tres principios fundamentales:
- Verificación rigurosa de fuentes.
Ninguna información debe publicarse sin comprobar su autenticidad. Esto implica la triangulación entre fuentes primarias, secundarias y documentales, asegurando la solidez de cada afirmación. - Profundidad analítica.
El periodista investigador no se conforma con la superficie de los hechos; indaga en sus causas, antecedentes y consecuencias. - Independencia intelectual.
Mantener autonomía frente a intereses políticos, empresariales o ideológicos es indispensable para garantizar la credibilidad del trabajo periodístico.
Técnicas de investigación periodística
La metodología de Abel Flores combina herramientas clásicas con técnicas contemporáneas derivadas de las ciencias sociales y la comunicación digital. Entre las principales se destacan:
- Entrevistas en profundidad: permiten obtener información directa, evaluar la credibilidad de los interlocutores y captar matices humanos en los hechos.
- Revisión documental y estadística: el uso de datos, archivos oficiales, informes técnicos y bases estadísticas otorga sustento empírico a la investigación.
- Comparación y análisis textual: lo que Flores denomina “estudio horizontal de los textos” consiste en comparar distintas versiones, documentos o fuentes textuales que tratan el mismo tema, identificando contradicciones, omisiones o sesgos.
- Trabajo de campo y observación directa: el periodista debe salir al terreno, verificar personalmente la información y recoger testimonios presenciales.
- Análisis cruzado de medios: confrontar cómo distintos medios cubren un mismo hecho permite detectar líneas editoriales, agendas ocultas y narrativas manipuladas.
La cadena periodística: del hallazgo a la publicación
Abel Flores subraya la importancia de entender el proceso periodístico como una cadena integrada que conecta tres momentos esenciales:
- Investigación: recolección de datos, entrevistas, documentos y observación directa.
- Procesamiento: análisis, verificación, contraste de información y elaboración narrativa coherente.
- Publicación: exposición responsable de los resultados, contextualización y rendición de cuentas ante el público.
Esta “cadena periodística” garantiza que la información mantenga su integridad desde la fuente hasta el lector, protegiéndola de la manipulación o el sesgo editorial.
La relevancia del método comparativo: el estudio horizontal de los textos
Uno de los aportes más interesantes del enfoque de Abel Flores es su insistencia en el estudio horizontal de los textos, una técnica que proviene tanto de la investigación filológica como de la metodología histórica.
Esta consiste en comparar versiones y fuentes sobre un mismo acontecimiento (discursos, artículos, comunicados, entrevistas, documentos oficiales, etc.) para detectar cómo se construye la verdad narrativa en el espacio público.
El análisis horizontal permite:
- Identificar contradicciones o omisiones intencionadas.
- Reconocer los discursos dominantes y los mecanismos de propaganda.
- Restituir una visión más objetiva y plural del hecho investigado.
Este método convierte el trabajo periodístico en un verdadero ejercicio académico, similar al que se realiza en estudios históricos o filológicos.
La función social y democrática del periodismo investigativo
El periodismo de investigación cumple una función pública insustituible: controlar el poder y fortalecer la democracia.
En la visión de Abel Flores, el periodista debe actuar como mediador entre la realidad y la conciencia colectiva, ofreciendo a la sociedad herramientas de comprensión crítica. Cada reportaje serio contribuye a una ciudadanía mejor informada y más capaz de exigir transparencia.
En este sentido, la investigación periodística:
- Expone abusos, corrupciones y manipulaciones.
- Promueve la rendición de cuentas.
- Defiende el derecho ciudadano a la verdad.
- Preserva la memoria colectiva frente a la desinformación.
El periodista como investigador de la verdad
La trayectoria de Abel Flores representa la continuidad del periodismo de profundidad, un oficio que exige formación, ética y disciplina intelectual.
Su enfoque —basado en la corroboración de fuentes, el análisis textual comparativo y la observación directa— demuestra que el periodismo investigativo es, ante todo, una ciencia aplicada a la sociedad.
En un mundo saturado de información, su principio rector se mantiene firme:
“Investigar no es repetir lo que se dice, sino descubrir lo que se oculta.”
El trabajo de Abel Flores, por tanto, reafirma la vigencia del periodismo como instrumento de verdad, contexto y conciencia pública.
