“La autoridad del fariseo no nació en un trono, sino en la voz transmitida de maestro a discípulo.”
1. Contexto: quiénes eran los fariseos y qué tipo de “autoridad” está en juego
En la época del Segundo Templo (sobre todo s. II–I a. e. c. y el s. I e. c.), los fariseos eran:
- Un movimiento religioso-jurídico dentro del judaísmo.
- Centrado en:
- Interpretar la Torá (Ley) de forma minuciosa.
- Defender la existencia de una Torá Oral junto a la escrita.
- Aplicar esa interpretación en la vida cotidiana (pureza, diezmos, Shabat, etc.).
La “autoridad” farisea se puede descomponer en cuatro planos:
- Teológico: autoridad para decir qué quiso decir Dios en la Torá.
- Halájico-jurídico: autoridad para fijar la práctica obligatoria (halajá).
- Social: prestigio frente al pueblo llano, reconocimiento como “los expertos”.
- Político-institucional: presencia y peso en el Sanedrín y, por un período, apoyo directo del poder real (Salomé Alexandra).
Tu pregunta toca los cuatro planos, pero especialmente:
- el fundamento tradicional/teológico (Torá oral, profetas, incluso “antes de Moisés”), y
- el momento político en que una reina judía consolida su poder.
2. El argumento fariseo de la Torá Oral: de dónde dicen ellos que viene su autoridad
2.1. Idea básica: dos Torot, una escrita y una oral
Según la propia auto-comprensión farisea (y luego rabínica):
- En el Sinaí, Dios entregó a Moisés:
- Torá escrita: el texto del Pentateuco.
- Torá oral: explicaciones, detalles, métodos de interpretación y aplicaciones prácticas que no quedaron escritos pero se transmitieron boca a boca.
Esta Torá oral incluiría:
- Cómo se pone en práctica cada mandamiento.
- Reglas para resolver conflictos de interpretación.
- Tradiciones de los “padres” (paradosis tōn paterōn, en lenguaje de Josefo y del NT).
La autoridad farisea se presenta, entonces, como:
“Nosotros no estamos inventando; estamos guardando y transmitiendo la interpretación que viene de Moisés y de los sabios de cada generación”.
2.2. La cadena de transmisión (Pirkei Avot 1:1)
La Mishná, en Pirkei Avot 1:1, formula el esquema clásico:
- Moisés recibe la Torá en el Sinaí.
- La transmite a Josué.
- Josué a los Ancianos.
- Los Ancianos a los Profetas.
- Los Profetas a los Hombres de la Gran Asamblea.
Luego de esa Gran Asamblea (época post-exílica, inicios del período del Segundo Templo), la cadena sigue con los sabios que, retrospectivamente, la tradición rabínica identifica como antecedentes de los fariseos y, finalmente, de los rabinos.
Este texto funciona como acta de legitimación: la enseñanza de los sabios/fariseos no es un añadido arbitrario, sino el último eslabón de una línea continua desde el Sinaí.
2.3. ¿“Incluso antes de Moisés”? Cómo entiende eso la tradición
Aquí hay que separar niveles:
- Histórico-crítico:
- No tenemos evidencia histórica de una “Torá oral organizada” antes de Moisés.
- La idea de un cuerpo legal plenamente formado pre-sinaítico es, para la historiografía moderna, una construcción teológica, no un dato verificable.
- Nivel midráshico/teológico judío: dos líneas clásicas: a) La Torá como realidad preexistente
Diversos textos rabínicos y de sabiduría judía presentan la Torá como:- Creada antes del mundo.
- Consejera en la creación.
- Una especie de “plan maestro” divino anterior a Moisés.
El texto bíblico afirma que Abraham “guardó mis preceptos, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes” (Gn 26,5, según la lectura rabínica). El midrash concluye que:- Los patriarcas conocían y practicaban mitzvot antes de Sinaí.
- Eso implica una tradición de mandatos y prácticas previa a la entrega escrita en el Sinaí.
Conclusión de este punto:
Cuando se dice que la autoridad farisea viene de una tradición “incluso antes de Moisés”, se habla en clave teológica y midráshica (Torá eterna, patriarcas que cumplen mandamientos), no en un sentido documental moderno.
“El dominio más fuerte no es el que impone la espada, sino el que modela la conciencia.”
3. Los profetas y la Gran Asamblea: el eslabón entre Biblia y fariseos
3.1. Los profetas como transmisores de Torá y no solo como visionarios
En la auto-comprensión rabínica:
- Los profetas no solo anuncian mensajes morales, sino que:
- Custodian la Torá.
- Aseguran su aplicación en la vida histórica de Israel.
- Transmiten enseñanzas que no siempre están escritas.
Esto refuerza la idea de que entre Moisés y los sabios del Segundo Templo no hay un “vacío”:
- Hay una cadena profética que sostiene la continuidad de la tradición.
3.2. Los “Hombres de la Gran Asamblea”
Tradición rabínica postula una institución colegiada (los Hombres de la Gran Asamblea) en tiempos post-exílicos (Esdras, Nehemías):
- A ellos se les atribuye:
- La fijación de ciertas partes de la liturgia.
- La consolidación del canon bíblico.
- Normas prácticas que luego la tradición farisea hereda.
Históricamente es difícil separar mito y realidad institucional. Pero, para el fariseísmo y el rabinismo:
- Esta Gran Asamblea actúa como puente entre profetas y sabios.
- Refuerza la pretensión de una continuidad y no de una ruptura.
4. El contraste que da sentido a su reclamo: Sadduceos y otros grupos
4.1. Los saduceos: solo Torá escrita
Las fuentes (Josefo, literatura rabínica, testimonios cristianos) coinciden en que los saduceos:
- Aceptaban solo la Torá escrita.
- Rechazaban las tradiciones orales de los “padres”.
- En palabras de Josefo, no consideraban obligatorias las prácticas que derivaban solo “de la tradición de los antepasados”.
Los fariseos se definen, precisamente, por lo contrario:
- Afirman que sí son obligatorias las observancias derivadas de la tradición oral.
- Se presentan como guardianes de esa tradición.
4.2. Otros grupos: esenios, qumranitas, etc.
- Los esenios y el grupo de Qumrán también valoran tradiciones y revelaciones adicionales a la Torá escrita.
- Pero rechazan la autoridad farisea y su interpretación (los atacan como “buscadores de interpretaciones suaves”, etc.).
Esto muestra que, en la época, el problema no era “escritura vs oralidad” en abstracto, sino qué tradición y qué intérpretes tienen autoridad.
“El legado fariseo sobrevivió al Templo porque estaba cimentado en la enseñanza, no en la piedra.”
5. Testimonios de época sobre la autoridad farisea
5.1. Flavio Josefo
Josefo (s. I e. c.), fariseo él mismo, describe a los fariseos como:
- Un grupo que posee una paradosis (tradición) añadida a la Ley de Moisés.
- Muy influyente entre el pueblo llano: la “multitud” se inclina a sus enseñanzas, mientras que los saduceos atraen más bien a las élites adineradas.
Esto implica que:
- Su autoridad no es solo doctrinal, sino también social: son vistos como los intérpretes legítimos por la mayoría.
5.2. Los Evangelios y la “tradición de los ancianos”
Los Evangelios hablan de:
- La “tradición de los ancianos” (paradosis tōn presbyterōn).
- Las discusiones de Jesús con fariseos sobre pureza, lavados de manos, Shabat, etc.
Más allá de la polémica teológica, estos textos confirman:
- Que los fariseos reclamaban una tradición paralela al texto bíblico con autoridad normativa.
- Que su enseñanza se veía como “silla de Moisés” (Mt 23,2), es decir, como sucesores en la tarea de enseñar la Ley.
6. Base sociológica de su autoridad: arraigo en el pueblo y en las sinagogas
Estudios modernos subrayan que:
- Los fariseos se vinculan sobre todo con sectores medios y con el pueblo, a diferencia de la aristocracia sacerdotal saducea.
- Su espacio natural de influencia es:
- La sinagoga (lectura, explicación de la Torá).
- La vida cotidiana (comidas, pureza, diezmos).
Resultado:
- Su autoridad no se reduce al Templo en Jerusalén.
- Se difunde por todo el país a través de maestros, escuelas y redes de discípulos.
Este arraigo popular es clave para entender lo que va a pasar con la reina Salomé Alexandra: cuando el poder político los favorezca, encontrará ya una base social que legitima ese favor.
7. La autoridad que les otorgó explícitamente la reina Salomé Alexandra
7.1. Marco histórico: Alejandro Janeo y la crisis farisea
- Alejandro Janneo (Alexander Jannai), rey asmoneo (103–76 a. e. c.), favorece a los saduceos.
- Enfrenta rebeliones internas donde fariseos y sectores populares se le oponen.
- Llega a haber persecuciones contra los fariseos, crucifixiones masivas, exilios.
En este punto, los fariseos tienen:
- Autoridad moral y popular significativa.
- Pero están políticamente marginados y perseguidos.
7.2. El giro: muerte de Janeo y ascenso de Salomé Alexandra
Cuando Alejandro Janeo muere (c. 76 a. e. c.):
- Según las fuentes, en su lecho de muerte recomienda a su esposa Salomé Alexandra (Shelamzion) que:
- Haga la paz con los fariseos.
- Se apoye en ellos para sostener el reino.
Salomé Alexandra:
- Toma el poder como reina (c. 76–67 a. e. c.).
- Goza de gran prestigio entre el pueblo.
- Y decide revertir la política anti-farisea de su marido.
7.3. Cómo concreta esa autoridad: Sanedrín, halajá oficial y poder real
Las fuentes judías y modernas la describen como la gran protectora y promotora de los fariseos:
- Rehabilita y exalta a los fariseos
- Restablece a los fariseos que habían sido desterrados o perseguidos.
- Les entrega puestos de poder político y judicial.
- Control del Sanedrín
- Nombra a Shimón ben Shetaj (su hermano, según la tradición) y Yehudá ben Tabbai como cabezas del Sanedrín o Gran Asamblea.
- Es decir, el máximo tribunal y órgano legislativo-religioso del judaísmo pasa a estar en manos de líderes fariseos.
- Incorporación de la Torá oral como ley del reino
- Se permite de nuevo que la ley oral defendida por los fariseos rija los juicios y la vida pública.
- La halajá farisea deja de ser solo la práctica de un partido para convertirse en norma oficial del Estado.
- Reparto de poder de facto
- Filón y Josefo, leídos por la historiografía moderna, sugieren una fórmula: La reina tenía el título, pero los fariseos tenían el poder.
En pocas palabras:
La autoridad farisea, que hasta entonces era sobre todo doctrinal y social, pasa a estar institucionalizada y respaldada por el aparato del Estado asmoneo.
7.4. Consecuencias a largo plazo
Durante los ~9 años de su reinado:
- Se consolida un modelo de liderazgo religioso en el que:
- El sumo sacerdocio (de raíz saducea) pierde peso político.
- Los sabios fariseos (proto-rabinos) ganan centralidad en legislación, tribunales y educación.
- Cuando la monarquía asmonea entra en crisis tras su muerte y llegan Herodes y, luego, Roma, esta estructura ya está instalada:
- El pueblo sigue considerando a estos sabios como autoridades legítimas.
- La interpretación farisea de la Torá queda fuertemente arraigada.
Tras la destrucción del Templo en 70 e. c.:
- Es precisamente este modelo fariseo, ya asentado, el que da lugar al judaísmo rabínico posterior.
8. Síntesis: dos pilares de la autoridad farisea
8.1. Pilar teológico-tradicional
- Discurso interno:
- “Nuestra autoridad viene de la Torá oral recibida por Moisés en el Sinaí, transmitida por profetas, Hombres de la Gran Asamblea y sabios hasta nosotros”.
- Esta tradición comienza, en cierto sentido, “antes de Moisés”, en la medida en que la Torá es eterna y los patriarcas ya vivieron de acuerdo con ella.
- Función del argumento:
- Legitimar que sus interpretaciones no son una novedad sino la forma correcta, fiel, de vivir la revelación divina.
8.2. Pilar sociopolítico-institucional
- Arraigo popular:
- Josefo y la historiografía moderna coinciden en que la mayoría del pueblo se inclinaba hacia los fariseos, mientras que los saduceos dominaban entre las élites.
- Intervención decisiva de la reina Salomé Alexandra:
- Les otorga el control del Sanedrín.
- Restablece la Torá oral farisea como ley oficial.
- Transforma su influencia en poder institucional efectivo.
“La fuerza del fariseo fue esta: transformar tradición en norma, y norma en camino de vida.”
9. Conclusión: de “tradición de los padres” a columna vertebral del judaísmo
Resumiendo todo:
- Origen reclamado de la autoridad
- Los fariseos se presentan como herederos de una cadena de tradición oral que:
- Parte de una Torá eterna.
- Se revela y concreta en Moisés.
- Pasa por ancianos, profetas y la Gran Asamblea.
- Llega a los sabios de la época del Segundo Templo.
- Los fariseos se presentan como herederos de una cadena de tradición oral que:
- Validación social e histórica
- Ganan la confianza de amplios sectores del pueblo por su énfasis en la piedad cotidiana, la pureza, la justicia social y la esperanza en la resurrección.
- Se convierten en el referente religioso práctico para la vida diaria.
- Consagración política
- Bajo la reina Salomé Alexandra, esa autoridad espiritual y social se convierte en poder jurídico y estatal:
- Controlan el Sanedrín.
- Fijan la halajá oficial.
- Actúan como “gobierno en la sombra” bajo una monarquía formalmente asmonea.
- Bajo la reina Salomé Alexandra, esa autoridad espiritual y social se convierte en poder jurídico y estatal:
- Proyección posterior
- Después de la destrucción del Templo, cuando el culto sacrificial desaparece:
- Lo que sobrevive como núcleo del judaísmo normativo es precisamente la tradición farisea —codificada más tarde en la Mishná y el Talmud—.
- Por eso puede decirse que la autoridad farisea, nacida de una tradición oral y consolidada por una reina judía, se convierte a la larga en la columna vertebral del judaísmo rabínico.
- Después de la destrucción del Templo, cuando el culto sacrificial desaparece:
