Clase #005 VIDEO / Berajot 1.3 / La Bipolaridad en la Creación y en la Interpretación de la Biblia Hebrea

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Texto base (Berajot 1:3)

Beit Shammai dice: Uno debe recitar el Shemá de la manera indicada en el texto mismo del Shemá. Por lo tanto, por la noche cada persona debe reclinarse de lado y recitar el Shemá, en cumplimiento del verso: “Cuando te acuestes”, y por la mañana debe ponerse de pie y recitar el Shemá, en cumplimiento del verso: “Cuando te levantes”.

Beit Hillel dice: Cada persona recita el Shemá como es, en la posición que le resulte más cómoda, tanto de día como de noche, como está dicho: “Y cuando camines por el camino”, cuando uno no está ni de pie ni reclinado.

Si es así, según Beit Hillel, ¿por qué se dijo: “Cuando te acuestes y cuando te levantes”? Esto es simplemente para denotar el tiempo; el momento en que las personas se acuestan y el momento en que las personas se levantan.

El rabino Tarfón dijo: Una vez iba por el camino, me detuve y me recliné para recitar el Shemá conforme a Beit Shammai. Pero me puse en peligro por causa de salteadores. Los sabios le dijeron: “Merecías estar en peligro, por haber transgredido la opinión de Beit Hillel”.


I. Contexto general del tratado Berajot

El tratado Berajot abre la Mishná (y todo el Talmud) porque trata sobre la recitación del Shemá y la Amidá, es decir, los actos más cotidianos y universales del judaísmo: el reconocimiento del Yijud Hashem (unicidad divina) y la oración.
En su primera parte (Berajot 1:1–1:3), la Mishná delimita los tiempos y formas de recitación del Shemá, un texto central del judaísmo (Devarim / Deuteronomio 6:4–9).

La Mishná 1:3 introduce la primera gran disputa entre Beit Shammai y Beit Hillel, paradigmas de dos estilos de pensamiento opuestos:

  • Beit Shammai: literalista, riguroso, estructural.
  • Beit Hillel: flexible, humanista, interpretativo.

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II. Tema central: postura física y tiempo del Shemá

1. La posición física según Beit Shammai

Beit Shammai interpreta literalmente el texto:

“Cuando te acuestes (beshochbeja) y cuando te levantes (uvekumija)”.

Por tanto:

  • Por la noche, uno debe acostarse físicamente al recitarlo.
  • Por la mañana, debe ponerse de pie.

Este enfoque simboliza una lectura literal de la Torá, donde la forma externa del cumplimiento refleja el texto mismo.

2. La interpretación de Beit Hillel

Beit Hillel, en cambio, lee los mismos versículos desde una clave temporal, no física. El texto alude a los momentos del día —“cuando las personas se acuestan” y “cuando se levantan”—, es decir:

  • La noche → hora de acostarse.
  • La mañana → hora de levantarse.

Por tanto, la posición corporal es irrelevante; se puede recitar caminando, de pie o recostado.

El verso “y cuando camines por el camino” refuerza su argumento: el Shemá debe poder recitarse en cualquier circunstancia cotidiana.

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III. El caso de Rabí Tarfón

El testimonio de Rabí Tarfón sirve como caso práctico y aleccionador.
Aunque él pertenecía a la escuela de Hillel, decidió seguir a Shammai, pensando que así cumplía una versión más estricta y “segura” de la mitzvá (yetzé yedéi kol hadeyot — salir de toda duda legal).

Sin embargo, al hacerlo, se expuso al peligro de salteadores (probablemente de noche, al detenerse en un camino).
Los sabios le reprocharon severamente:

“Merecías poner tu vida en riesgo, porque transgrediste la decisión de Beit Hillel.”

Este comentario subraya un principio halájico clave:

La halajá sigue a Beit Hillel, y no está permitido ser “más estricto” que ellos si eso implica rechazar su autoridad o generar peligro.


IV. Interpretaciones clásicas

1. Rashi

Rashi aclara que el desacuerdo no es sólo técnico, sino hermenéutico:
Beit Shammai interpreta las palabras literalmente, mientras que Beit Hillel las entiende de manera contextual.
Además, Rashi señala que la crítica a Rabí Tarfón no fue por poner su vida en riesgo per se, sino por rechazar la psak halajá (decisión normativa) establecida.

2. Rambam (Maimónides)Mishné Torá, Hiljot Kriat Shemá 2:1–2

El Rambam codifica la ley según Beit Hillel:

“Puede recitar el Shemá en cualquier posición: de pie, sentado, acostado, caminando…”.

Y añade: incluso si uno está ocupado o en movimiento, no debe detenerse necesariamente.
Maimónides enfatiza el equilibrio entre devoción y sentido común: la Torá no exige rigidez que interrumpa la vida cotidiana.

3. Tosafot

Tosafot destaca que el peligro que enfrentó Rabí Tarfón ilustra que “piedad sin juicio” puede convertirse en transgresión. Es decir, la intención de santidad no justifica desobedecer la norma o poner en riesgo la vida.

4. Me’iri

El Me’iri, citado en el texto que compartiste, aporta una lectura psicológica:

“El Shemá debe ser dicho con calma interior, no necesariamente con una postura específica, sino con una disposición del corazón.”
Así, la mención de las posturas (“acostarse” y “levantarse”) alude a estados de conciencia —del descanso y la vigilia—, momentos ideales para afirmar la unicidad divina.


V. Enseñanza halájica

La halajá final sigue plenamente a Beit Hillel:

  • El Shemá puede recitarse en cualquier posición.
  • Las expresiones “cuando te acuestes y cuando te levantes” definen los horarios, no las posturas.

En la práctica:

  • Shemá de la noche → desde la caída de la noche hasta medianoche (preferible) o hasta el amanecer (en caso de necesidad).
  • Shemá de la mañana → desde el amanecer hasta la tercera hora del día.

VI. Dimensión simbólica y ética

Más allá de la técnica halájica, esta Mishná encierra una profunda lección espiritual:

  • Beit Shammai representa la exactitud textual y la disciplina ritual.
  • Beit Hillel encarna la adaptación de la Torá a la vida real y al bienestar humano.

Rabí Tarfón aprendió que la verdadera yirat shamayim (reverencia celestial) no está en la rigidez, sino en seguir la tradición viva del pueblo y respetar el consenso de los sabios.

En palabras del Maharal de Praga:

“Beit Shammai ve el mundo como debería ser; Beit Hillel, como realmente es.”


VII. Conclusión

Berajot 1:3 no trata sólo de cómo recitar el Shemá, sino de cómo vivir la Torá:
entre el texto y la realidad, entre la letra y el espíritu, entre la devoción y el sentido común.

El mensaje esencial es claro:

No basta con cumplir, hay que hacerlo conforme a la tradición viva del pueblo de Israel y con conciencia del entorno.

En última instancia, el Shemá —recitado de noche y de día— representa la continuidad del reconocimiento divino en todo momento, más allá de la postura corporal o las condiciones externas.

Abel
Abelhttps://lamishna.com
Abel Flores es un periodista e investigador especializado -por más de 20 años- en la intersección entre la historia sagrada y los misterios metafísicos. Su trabajo profundiza en la Mishná, la Biblia y la Kabalá, explorando los códigos, contextos y dimensiones ocultas que conectan la tradición bíblica y rabínica con la evolución espiritual y filosófica del mundo. Combina rigor académico con una mirada crítica y analítica, revelando los vínculos entre teología, religión, poder y conocimiento ancestral.
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