¿Por qué Janucá es clave para entender a Jesús históricamente?
La fiesta de Janucá suele ocupar un lugar marginal en muchos estudios sobre Jesús de Nazaret. Sin embargo, el Evangelio de Juan conserva un dato históricamente relevante: Jesús estuvo en Jerusalén durante la Fiesta de la Dedicación, conocida popularmente como la Fiesta de las Luces. Este detalle no es secundario. Sitúa a Jesús dentro del calendario litúrgico judío del Segundo Templo y permite comprender su enseñanza en un marco cargado de simbolismo: la dedicación del Templo, la luz y la identidad espiritual de Israel.
Este análisis aborda:
- Qué era Janucá en la época del Segundo Templo
- Cómo se celebraba en tiempos de Jesús
- Qué afirma exactamente el Evangelio de Juan
- Qué no dicen los evangelios y por qué
- Cómo ciertas enseñanzas de Jesús encajan de forma natural con el simbolismo de Janucá
- La relación de Jesús con el fariseísmo, la ley oral y las disputas halájicas de su tiempo
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Janucá: origen histórico y significado en el Segundo Templo
Origen macabeo
Janucá conmemora la purificación y rededicación del Templo de Jerusalén en el año 164 a.e.c., tras su profanación bajo el dominio seléucida. Las fuentes antiguas son explícitas:
- 1 Macabeos 4:36–59 describe la rededicación del altar y el decreto de celebrar una fiesta de ocho días cada año.
- 2 Macabeos 10:1–8 señala que la celebración duró ocho días “a la manera de Sucot”, con alegría, himnos, ramos y luces.
- Flavio Josefo explica que esta festividad fue conocida popularmente como la Fiesta de las Luces, asociada a la restauración del culto y a la esperanza nacional.
El significado de Janucá en el siglo I
En tiempos de Jesús, Janucá no era:
- Una fiesta centrada en el milagro del aceite
- Una celebración doméstica como la actual
Era principalmente:
- Una fiesta del Templo
- Una celebración de dedicación, purificación y restauración del culto
- Un recordatorio de fidelidad a la Torá frente a la asimilación
- Una fiesta de la luz como símbolo de restauración espiritual
El énfasis no estaba en la guerra, sino en la recuperación de la vida sagrada.
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Cómo se celebraba Janucá en la época del Segundo Templo
Las fuentes antiguas permiten afirmar con alto grado de certeza que Janucá:
- Duraba ocho días, a partir del 25 de Kislev
- Tenía un carácter público y colectivo
- Estaba vinculada al Templo y a sus atrios
- Incluía luz, himnos y alegría, sin un ritual doméstico estandarizado
La conocida historia del aceite que duró ocho días no aparece ni en los libros de los Macabeos ni en Josefo. Esta tradición se formula siglos más tarde en el Talmud (Shabat 21b). Su ausencia en los evangelios no es una omisión, sino un reflejo fiel del estadio temprano de la tradición.
Jesús y Janucá en el Evangelio de Juan
El único evangelio que menciona Janucá
Juan 10:22–23 afirma de manera explícita:
“Se celebraba en Jerusalén la Fiesta de la Dedicación. Era invierno. Y Jesús andaba en el Templo, por el Pórtico de Salomón”.
Este pasaje confirma tres datos históricos fundamentales:
- Janucá era una fiesta reconocida y establecida
- Jesús participaba del calendario festivo judío
- Su enseñanza se desarrolla en el espacio del Templo
Juan no describe rituales domésticos ni encendido de luces en casas porque, en ese momento histórico, Janucá aún no se había desplazado del Templo al hogar, fenómeno que ocurrirá después del año 70.
Enseñanza 1: la luz visible como principio espiritual
La enseñanza de la lámpara
Jesús enseña de forma reiterada:
“Nadie enciende una lámpara para esconderla, sino que la pone sobre el candelero, para que alumbre a todos”.
Este principio aparece en Mateo 5:15, Lucas 8:16 y Lucas 11:33.
Relación con Janucá
En la tradición rabínica posterior, Janucá se define por el principio de pirsumei nisa, hacer público el milagro. Por ello:
- La luz se coloca frente a la puerta o la ventana
- Debe ser visible desde el dominio público
Aunque la halajá posterior establece detalles técnicos, el principio es el mismo que enseña Jesús: la luz no se oculta, se manifiesta. Esta enseñanza encaja plenamente con el simbolismo de Janucá, especialmente en el contexto del Templo, donde la luz tenía una dimensión nacional y espiritual.
Enseñanza 2: liderazgo como servicio y el simbolismo del shamash
El shamash en Janucá
En la práctica rabínica se introduce una luz adicional, el shamash, cuya función es:
- Encender las demás luces
- Permitir el uso práctico de su luz
- No contar como la luz principal de la mitzvá
Su valor no está en su estatus, sino en su servicio.
La enseñanza de Jesús
Jesús afirma:
“El que quiera ser grande entre vosotros, será vuestro servidor… porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir”.
Esta lógica coincide con la función del shamash: da luz a otros, se consume para que otros brillen y no busca protagonismo.
El justo oculto
La tradición judía posterior desarrolla la figura del justo oculto, aquel que sostiene la luz del mundo sin reconocimiento. Aunque esta idea no pertenece al siglo I, funciona como una lectura teológica posterior coherente con el simbolismo del shamash y con el mensaje de servicio enseñado por Jesús.
Mishná, enseñanza oral y el estilo de Jesús
Qué significa Mishná
Mishná significa enseñanza transmitida por repetición: instrucción oral memorizada, debatida y aplicada.
Jesús como maestro judío
Aunque no puede clasificarse técnicamente como tanna editorial, Jesús:
- Enseña mediante parábolas
- Utiliza aforismos breves
- Interpreta la Torá
- Debate cuestiones halájicas
Todo esto lo sitúa plenamente dentro del mundo de los sabios judíos de su tiempo.
Fariseos, Hillel y Shamai: desmontando un mito histórico
El error del “Jesús antifariseo”
Presentar a Jesús como enemigo del fariseísmo es históricamente incorrecto. Él mismo reconoce su autoridad interpretativa al afirmar que los escribas y fariseos se sientan en la cátedra de Moisés.
Jesús comparte:
- La creencia en la resurrección
- El uso de la interpretación oral
- El reconocimiento de la autoridad judicial
Su crítica es ética y moral, no institucional.
Hillel y Shamai
Muchas de las posturas de Jesús coinciden más con el espíritu de Hillel —misericordia e inclusión— que con las interpretaciones más estrictas asociadas a la escuela de Shamai. Es probable que sus disputas fueran con discípulos radicalizados y no con los maestros originales.
Janucá, Jesús y la luz frente a la guerra
Janucá no es una fiesta ordenada explícitamente en la Torá escrita. Aun así:
- Fue aceptada por los fariseos
- Fue vivida por el pueblo
- Fue asumida por Jesús
El mensaje que emerge tanto de Janucá como de la enseñanza de Jesús no es la exaltación de la guerra, sino la luz de la Torá, la fidelidad espiritual, la enseñanza como transformación y el servicio silencioso frente al poder armado.
Conclusión
Jesús de Nazaret:
- Participó del calendario judío vivo
- Enseñó dentro del marco del Segundo Templo
- Utilizó símbolos de luz coherentes con Janucá
- Enseñó como los sabios de su generación
- No fue antifariseo, sino un maestro judío crítico de la escuela de Shamai y de otros grupos radicales y nacionalistas.
Janucá, leída desde los evangelios y las fuentes judías, no es una nota marginal, sino un escenario clave para comprender a Jesús como maestro judío del siglo I, cuya luz no se escondía, sino que buscaba iluminar a otros, incluso a costa de sí mismo.
