“En Judith, el pueblo encuentra una madre espiritual: la figura femenina que encarna la fidelidad a la Ley en tiempos de crisis.”
— Ana María Schwemer, exégeta alemana contemporánea
Estudio completo del Libro de Judith
1) Ubicación canónica y recepción
- Tradición judía: Judith no figura en el canon hebreo. No aparece en la literatura rabínica temprana y la mayoría de los estudiosos entiende que nunca circuló como Escritura en el judaísmo antiguo.
- Tradiciones cristianas: Está en la Septuaginta (LXX) y por ello forma parte del Antiguo Testamento de las Iglesias católica y ortodoxas (deuterocanónico). El Concilio de Trento (1546) lo definió canónico para la Iglesia católica. En el ámbito protestante se incluye en el “Apocrypha” (lectura edificante, no normativa).
- Testigos antiguos de la LXX: Judith está presente en los grandes códices griegos (por ej., Codex Vaticanus enumera Judith entre sus libros).
2) Testimonio textual y lengua original
- Texto griego: La obra nos ha llegado principalmente en griego con más de una recensión (línea de Vaticanus [B] frente a Alexandrinus/Sinaiticus [A/ℵ]). La Vulgata de Jerónimo traduce una versión arámea hoy perdida y es más breve que la LXX.
- Lengua original (debate): Aunque el texto conservado más antiguo es griego, abunda en hebraísmos, por lo que muchos autores proponen un original semítico (hebreo o arameo); otros sostienen composición directamente en griego “hebraizante”. Jerónimo creía que estaba “escrito en caldeo (arámeo)”.
3) Fecha y lugar probables de composición
- Datación usual: fines del s. II a. C. (c. 150–100 a. C.), en el marco cultural del período helenístico y tras la experiencia hasmonea. La introducción NABRE sitúa su redacción “hacia 100 a. C.”.
- Contexto literario: hoy suele considerarse una novela histórica/teológica o parábola nacional más que crónica factual, por la mezcla deliberada de nombres y cronologías.
4) Argumento y estructura
Estructura: 16 capítulos que pueden disponerse en dos grandes bloques:
(1–7) campaña del general Holofernes enviado por Nabucodonosor (presentado como “rey de Asiria”, con sede en Nínive) para castigar a los pueblos rebeldes; asedio de Betulia. (8–16) irrupción de Judith, viuda piadosa que, tras ayuno y oración, entra en el campamento enemigo, seduce la vigilancia de Holofernes, le decapita en la noche, regresa con la cabeza; pánico asirio y victoria israelita; cántico de Judith (cap. 16).
5) Personajes principales
- Judith (“judía”, “alabada”): viuda joven, rica, estrictamente observante de la Ley (kosher, pureza, ayuno). Modelo de piedad, astucia, valentía y liderazgo femenino.
- Holofernes: general asirio, encarna la soberbia imperial; su embriaguez prepara su caída.
- Achior (Aquir), el amonita: advierte del poder del Dios de Israel; termina incorporado al pueblo (motivo proselítico).
6) Historicidad y anacronismos
- Anacronismo programático: Nabucodonosor (en la historia real, rey de Babilonia del s. VI a. C.) aparece como rey de Asiria que gobierna desde Nínive (capital destruida en 612 a. C.). Esta “desubicación” se entiende hoy como recurso literario para condensar en un único tirano la amenaza extranjera.
- Toponimia problemática: Betulia no está atestiguada; propuestas de identificación (p. ej., Siquem/Nablus) se basan en descripciones de pasos y valles, y ya aparecen en la Jewish Encyclopedia; otros niegan toda identificación histórica y la leen como topónimo simbólico (“casa de Dios” o “virgen de YHWH”).
- Conclusión académica actual: la obra es ahistórica en sentido estricto pero teológicamente verosímil como relato edificante nacional.
7) Transmisión, manuscritos y versiones
- Griego (LXX): varias recensiones; Judith figura en Vaticanus, Alexandrinus y Sinaiticus.
- Latín (Vulgata): Jerónimo declara que los judíos la tenían “entre los apócrifos”, y que la tradujo desde un arameo en una sola noche (“prisa monástica”); su versión abrevia frente a la LXX.
- Hebreo medieval: existen dos versiones hebreas tardías, traducidas desde la LXX/Vulgata, no originales.
8) ¿Judith en Qumrán?
- El consenso divulgativo y académico actual afirma que Judith no está atestiguido entre los Rollos del Mar Muerto; sí hay apócrifos como Tobit (en arameo y hebreo) y otros textos parabíblicos.
9) Género literario y propósito teológico
- Género: novela histórica o novela teológica patriótica con fuertes ecos sapienciales y proféticos.
- Ejes teológicos:
- Soberanía de Dios sobre los imperios (1:1 enmarca la geopolítica dentro del designio divino). 2) Poder de la oración y el ayuno (caps. 8–9). 3) Instrumentalidad de lo débil (Dios salva “por mano de una mujer”, inversión del poder; paralelo con Ester y Jael). 4) Pureza/ley como identidad frente a la asimilación.
10) Mensajes literarios y simbólicos
- La “cabeza” de Holofernes simboliza la derrota total del opresor y la humillación de los dioses/poderes paganos.
- Judith como “viuda casta” subraya la autoridad moral por sobre la fuerza.
- El cántico (cap. 16) relee el Cántico del Mar (Éx 15) para la época helenística: Dios vuelve a actuar “hoy”. (Introducción NABRE).
11) Temas críticos de estudio
- Feminidades y poder: Judith es paradigma de agencia femenina en la Biblia; investiga cómo combina seducción retórica, piedad y estrategia militar. (Brine/Ciletti/Lähnemann, The Sword of Judith).
- Política y nación: lectura como resistencia antiimperial (eclecticismo de nombres asirio-babilonio-persas para universalizar el enemigo).
- Intertextualidad: vínculos con Ester (mujer que salva al pueblo), Débora y Jael (Jue 4–5).
12) Uso litúrgico y cultural
- Liturgia cristiana: Fragmentos se leen en tradiciones católicas y ortodoxas (p. ej., el cántico).
- Impacto artístico: la escena de Judith decapitando a Holofernes inspiró a maestros como Caravaggio y Allori, consolidando el motivo de la “femme forte” bíblica en las artes. (visión general en Britannica).
13) Guía de lectura experta (capítulos clave)
- Jud 1–3: universalismo del dominio de Nabucodonosor (clave para leer el setting simbólico).
- Jud 8–9: teología de la oración; discurso programático de Judith.
- Jud 12–13: operación nocturna y decapitación.
- Jud 16: cántico: recapitulación teológica de la victoria.
14) Preguntas académicas abiertas
- Original semítico vs. griego: ¿hebraísmos = traducción o estilo hebraizante?
- Betulia: ¿pseudónimo de Siquem o puro símbolo narrativo? Debate vivo desde inicios del s. XX.
- Intencionalidad política: ¿apoyo o crítica al régimen hasmoneo? (líneas interpretativas en bibliografía especializada).
Conclusión
El Libro de Judith es una obra maestra narrativa del judaísmo helenístico que articula, mediante ficción histórica deliberada, una teología de resistencia: Dios salva a su pueblo empleando a “lo débil del mundo”, personificado en una viuda piadosa cuya inteligencia y fe desbaratan la hybris imperial. Su no literalidad histórica no reduce su potencia teológica, ética y política; al contrario, la universaliza. Para el lector contemporáneo, Judith ofrece un laboratorio de lectura bíblica de género, de identidad frente al imperio y de espiritualidad activa que ora, discierne, planifica y actúa.
