Clase #027 VIDEO / Berajot 4.6 / Aprende a orar con meditaciones y kavanot en esta clase

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1) Texto y sentido general

Mishná Berajot 4:6 dice:

“De la misma manera, quien viaja en un barco, en un carro o en una balsa, y no puede girarse y mirar en dirección a Jerusalén, debe enfocar su corazón hacia el Lugar Santísimo.”

Este pasaje continúa directamente la lógica de la Mishná 4:5, desarrollando el principio fundamental de la dirección de la oración (tefilá). Si en 4:5 se trataba de quien viaja montado en un burro, aquí la Mishná amplía la regla a viajeros por agua o en vehículos. El principio se repite: cuando no se puede orientar físicamente hacia Jerusalén, el corazón debe hacerlo.

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2) Contexto dentro del tratado Berajot

El capítulo 4 de Berajot aborda las leyes de la Amidá (Tefilat Shemone Esré), la oración central del judaísmo rabínico. Estas mishnayot (4:4–4:6) definen la actitud interna y externa del orante:

  • Cómo prepararse espiritualmente,
  • Qué dirección adoptar,
  • Y cómo mantener la kavaná (intención) aun en condiciones adversas.

Berajot 4:6 culmina la sección mostrando que la orientación física no es indispensable, sino un medio ideal para expresar la orientación espiritual hacia la Presencia Divina (Shejiná).

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3) Fundamento bíblico y teológico

La fuente primigenia está en la oración del rey Salomón al inaugurar el Primer Templo:

“Y oren hacia este lugar y Tú oirás desde el cielo…”
(I Reyes 8:30)

También se refleja en la práctica de Daniel, quien oraba con las ventanas abiertas “dirigidas hacia Jerusalén” (Daniel 6:10).

Así, la orientación del cuerpo simboliza la orientación del alma. El Santo de los Santos (Kodesh ha-Kodashim) representa el punto máximo de conexión entre el cielo y la tierra, el lugar donde reposaba la Shejiná, la Presencia divina.

La Mishná enseña que incluso sin poder girar físicamente, el orante puede establecer esa conexión espiritual si su corazón “viaja” hacia ese punto.


4) Explicación según los comentaristas clásicos

a) Maimónides (Rambam)

En Hiljot Tefilá 5:3–6, Rambam cita explícitamente esta Mishná:

“Quien se halla en barco, o en carro, o en una balsa, y no puede orientarse hacia Jerusalén, debe dirigir su corazón hacia el Santo de los Santos.”

Rambam codifica esta enseñanza dentro de un principio universal:

“En todo lugar en que un hombre ore, debe orientar su rostro y su corazón hacia la Casa del Santuario.”

Y agrega que, incluso si no puede mirar físicamente, la intención mental equivale a la orientación física, porque Dios considera el corazón.

b) Rabí Ovadia de Bertinoro

Su comentario aclara que la Mishná dice “de la misma manera” (kederej she’amar), porque es una extensión del caso anterior (el del viajero montado). El principio es idéntico:

“Si no puede girarse, que dirija su pensamiento hacia el Lugar Santísimo, y será como si se hubiera orientado.”

Bertinoro destaca que lo esencial no es el cuerpo, sino la conciencia de estar frente a Dios.

c) Tosafot Yom Tov

Subraya el paralelismo entre orientarse físicamente y orientar el corazón:

“Ambas son direcciones hacia un mismo fin: reconocer el centro de la santidad, el punto donde se manifestó la gloria divina.”
Así, la Mishná no establece una dispensa, sino un ideal adaptativo.


5) Desarrollo talmúdico

El Talmud de Babilonia (Berajot 30a) amplía esta Mishná. Allí se detalla un sistema jerárquico de orientación:

  • Desde Babilonia, hacia Eretz Israel.
  • Desde Eretz Israel, hacia Jerusalén.
  • Desde Jerusalén, hacia el Monte del Templo.
  • Desde el Monte del Templo, hacia el Santo de los Santos.

Y concluye con la famosa enseñanza:

“Todo Israel ora hacia un solo lugar.”

El Talmud interpreta la Mishná 4:6 como una garantía de universalidad de la oración: no hay barrera geográfica ni física que impida el vínculo espiritual con Jerusalén.


6) Lectura halájica posterior

El Shulján Aruj (Oraj Jaim 94:3–4) adopta esta misma disposición:

“Si uno está en un barco o en un carro y no puede girarse, debe orientar su corazón hacia el Kodesh ha-Kodashim.”

Los comentaristas posteriores, como el Mishná Berurá (94:9), explican que la “orientación del corazón” implica visualizarse frente al Templo, como si uno estuviera en la corte celestial.
El Arizal añade una dimensión mística: el acto de dirigir el corazón crea un canal de energía espiritual (shefa) que conecta al orante con el flujo divino que emanaba del Santo de los Santos.


7) Dimensión simbólica y espiritual

Esta Mishná enseña que el cuerpo y el corazón son vehículos de una misma dirección. Cuando el cuerpo no puede moverse —por limitaciones físicas, circunstancias o peligro—, el corazón sustituye al cuerpo como brújula espiritual.

La orientación hacia Jerusalén representa:

  • El centro de la revelación: donde se manifestó la Presencia Divina.
  • La unidad de Israel: todos los judíos, desde cualquier punto del mundo, se orientan hacia el mismo foco.
  • El ideal mesiánico: Jerusalén como símbolo del retorno y la plenitud espiritual.

Así, incluso quien se halla en el mar, aislado o sin referencia visual, puede estar “frente al Santo de los Santos” si su intención es pura.


8) Aplicaciones contemporáneas

  1. Viajeros modernos:
    Quien ora en un avión, tren o vehículo y no puede determinar la dirección exacta de Jerusalén, cumple perfectamente con la Mishná si dirige su mente hacia el Monte del Templo.
  2. Situaciones de movimiento constante:
    Si uno se encuentra en movimiento (por ejemplo, un piloto o conductor), no debe poner en riesgo su vida ni la de otros para girarse; basta con la kavaná.
  3. Desconocimiento de la dirección:
    Si no se sabe hacia dónde está Jerusalén (sin brújula o GPS), la intención mental basta.
    Rambam ya afirmaba: “Dios escucha la plegaria de quien dirige su corazón, aunque no dirija su rostro.”

9) Lectura filosófica

Berajot 4:6 contiene una enseñanza profunda:

  • La geografía espiritual del judaísmo no depende del espacio físico, sino de la orientación interior.
  • Jerusalén, el Templo y el Kodesh ha-Kodashim son símbolos de concentración de la conciencia divina.
  • Dirigir el corazón hacia el Lugar Santísimo equivale a alinear la voluntad humana con la Voluntad de Dios.

En términos cabalísticos, el acto de “enfocar el corazón” (lejáven et libó) significa elevar el pensamiento hasta el nivel del punto central, el Yesod del universo espiritual, donde reside la Shejiná.


10) Conclusión

Berajot 4:6 establece el principio universal de la intención espiritual por encima de las limitaciones físicas.
El orante, aunque esté en un barco o un carro, puede elevar su plegaria al nivel más alto si su corazón está orientado hacia el Santo de los Santos.
La Mishná enseña, en síntesis, que:

  1. La dirección geográfica simboliza la conexión con la Presencia Divina.
  2. La dirección del corazón es lo que determina el valor de la oración.
  3. La verdadera orientación del judío es la del alma hacia su centro espiritual: Jerusalén.
Abel
Abelhttps://lamishna.com
Abel Flores es un periodista e investigador especializado -por más de 20 años- en la intersección entre la historia sagrada y los misterios metafísicos. Su trabajo profundiza en la Mishná, la Biblia y la Kabalá, explorando los códigos, contextos y dimensiones ocultas que conectan la tradición bíblica y rabínica con la evolución espiritual y filosófica del mundo. Combina rigor académico con una mirada crítica y analítica, revelando los vínculos entre teología, religión, poder y conocimiento ancestral.
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